En el vibrante y caótico Londres de finales de los 60, un misterioso e introspectivo ex-rockero llamado Turner se encuentra atrapado en una tumultuosa vida de excesos y desilusión. Su mundo da un giro inesperado cuando un joven gánster, que busca escapar de la brutalidad de su vida delictiva, se refugia en su casa. Lo que empieza como una simple búsqueda de seguridad se transforma en una serie de encuentros cargados de tensión, deseo y confusión.
A medida que el gánster se adentra más en el mundo de Turner, ambos hombres comienzan a explorar sus propias identidades, desdibujando los límites entre realidad y actuación. Las influencias de la cultura pop y el arte se entrelazan a lo largo de su interacción, con escenarios surrealistas que desafían la percepción del espectador. En este juego de roles que gira en torno a la búsqueda de la autenticidad, se exploran temas de masculinidad, violencia y el papel del arte en la sociedad.
Con una cinematografía innovadora y un estilo visual hipnótico que captura la esencia del periodo, la película se sumerge en el hedonismo y la alienación de la juventud de esa era. Mientras el encuentro se vuelve cada vez más intenso, ambos personajes se enfrentan a sus demonios internos, lo que culmina en una caída vertiginosa hacia la introspección y la autodestrucción. A lo largo del film, el espectador se queda preguntándose cuánto de lo que vemos es real y cuánto es pura performance.