En el desierto de California a finales de los años 60, una intensa cacería se desata cuando un joven nativo americano, Willi Boy, se convierte en el blanco de la ley tras un trágico malentendido. Después de que él y su amada, una mujer indígena, se ven envueltos en un conflicto con el padre de ella, la situación se torna violenta y Willi Boy se ve forzado a huir. La historia se desarrolla en un contexto donde la tensión entre las comunidades indígenas y la población blanca es palpable, lo que añade un trasfondo crítico a la narrativa.