En una Rusia de finales del siglo XIX, tres hermanos, cada uno con su propia filosofía de vida, se enfrentan a las complejidades de la existencia y los dilemas morales que surgen a partir de la relación con su padre. Dmitri, el mayor, es impulsivo y apasionado, atrapado en un torbellino de emociones y de deudas. Ivan, el intelectual, lucha con la fe y la razón, cuestionando la moralidad de la vida y el dolor humano. Por último, el más joven, Alexei, es el pegamento que une a la familia, representando la esperanza y la búsqueda de la redención.