En un tranquilo pueblo rural de Inglaterra durante el siglo XVIII, la llegada de un extraño descubrimiento desata una serie de eventos macabros. Un campesino encuentra un cráneo diabólico enterrado en su campo y, sin saberlo, su hallazgo actúa como un catalizador para la reactivación de fuerzas oscuras que han estado latentes. A medida que los rumores del descubrimiento se esparcen, la atmósfera del pueblo se torna cada vez más tensa y sospechosa.