Watts (Mary Stuart Masterson), una joven de aspecto masculino, está enamorada de su mejor amigo, Keith (Eric Stoltz), pero a él sólo le interesa Amanda (Lea Thompson), la novia del pijo Hardy (Craig Sheffer) y la chica más popular del instituto.
Neal Page, un ejecutivo quien viaja a New York por negocios, por aras del destino conoce a Del Griffith, un excéntrico y empático vendedor de cortinas quien le hace perder el viaje a Chicago donde está su hogar, Page se da cuenta que Griffith vive en un mundo gobernado por un tipo de reglas opuestas a su ordenado estilo de vida; sin embargo, por distintas circunstancias el destino los obliga a convivir y a aprender el uno del otro.
Andie Walsh (Molly Ringwald), una buena estudiante de clase humilde, vive con su padre que está sin trabajo (Harry Dean Stanton). Cuando conoce a Blaine (Andrew McCarthy), un chico guapo, sensible y de buena familia, el enamoramiento es mutuo. Sin embargo, la relación se verá amenazada por múltiples obstáculos.
Un joven de 17 años decide disfrutar de unas vacaciones anticipadas aprovechando la ausencia de sus padres. Prepara minuciosamente un día dedicado enteramente a hacer todo lo que normalmente no puede hacer. Para ello contará, por supuesto, con la compañía de su mejor amigo y de su novia.
Gary y Wyatt son dos adolescentes que no gozan de lo que se dice demasiada popularidad entre las chicas. Un día, aprovechando que los padres no están en casa, deciden crear por ordenador una mujer espectacular que les obedezca en todo, para poder presumir delante de sus amigos y no requerir la atención del resto de las chicas.
Cinco estudiantes de distinta educación, formación y gustos son castigados a pasar un sábado en el instituto en el que estudian. Pronto las desavenencias entre ellos aparecen, especialmente cuando el director que les vigila se ausenta del aula.
Anhelando la libertad, el humilde burócrata del Ministerio de la Verdad, Winston Smith, reúne el coraje para escribir sus deseos tácitos en su pequeño diario secreto. Sirviendo silenciosamente al placer del sombrío y autocrático hiper-estado de Oceanía, Smith sabe que el líder supremo del Partido Socialista Inglés, el omnipotente Gran Hermano, observa cada uno de sus movimientos, condenando al pueblo ya aterrorizado a una vida de esclavitud.
La vida de Samantha se está desmoronando. A sus quince años está enamorada del chico más popular de la escuela y, a su vez, el chico «menos» popular lo está de ella. Su hermana está a punto de casarse y, con la excitación que produce el acontecimiento en su familia, los miembros de ésta se olvidan… de su cumpleaños. Además, sus abuelos le ponen continuamente en situaciones embarazosas.