En pleno Londres, un duro detective de Chicago llega a la ciudad para colaborar con la policía británica en la captura de un peligroso criminal. John Brannigan, interpretado por el carismático John Wayne, es un hombre de acción, con un estilo brusco y un sentido del humor sarcástico que no pasa desapercibido. Sin embargo, su método poco convencional le pone en conflicto con las rígidas normas del Scotland Yard, y la tensión entre él y su compañero británico no tarda en aflorar.