En la China del siglo XVII, un joven llamado San Te, interpretado por el carismático Gordon Liu, es un aprendiz de un humilde sastre en la ciudad de Foshan, que se ve atrapado en el caos de luchas entre clanes y la opresión de los manchúes. Cuando su pueblo es atacado y varios de sus seres queridos son víctimas de la violencia, San Te decide unirse a la causa y lucha para proteger a su gente. Sin embargo, rápidamente se da cuenta de que no cuenta con las habilidades necesarias para enfrentar a sus enemigos.

En un pequeño pueblo japonés, la tranquilidad se ve interrumpida por una serie de eventos sobrenaturales que comienzan a desatar el caos en la comunidad. Un grupo de aldeanos se encuentra atrapado entre la realidad y la leyenda cuando una figura mística aparece, supuestamente enviada por los dioses para castigar a aquellos que han cometido injusticias.

En un futuro distópico donde la sociedad está dominada por la tecnología y el crimen organizado, un ex-policía se ve envuelto en una trama de venganza y redención. Tras haber sido descartado del servicio por su enfoque poco ortodoxo, el protagonista, cansado de su vida mundana, decide volver a la acción cuando su hija es secuestrada por un grupo criminal que opera desde las sombras.