En un pequeño pueblo de Iowa, Gilbert Grape lleva una vida marcada por las responsabilidades familiares y un sentido de deber que a menudo ahoga sus propias aspiraciones. A sus 24 años, se encarga de cuidar a su hermano menor, Arnie, un joven con discapacidad intelectual que tiene una inagotable energía y amor por la vida. Además, Gilbert debe lidiar con su madre, una mujer obesa que ha caído en la depresión tras la muerte de su esposo, lo que le impide levantarse de su casa.