Rollie Tyler, retirado de su antigua profesión como experto en efectos especiales, decide ayudar a un policía a esclarecer una serie de asesinatos. A pesar de aplicar todo su saber en esta especialidad, algo sale mal y el agente muere...
Grimm es un urbanista neoyorquino que, harto del caos y la corrupción reinante, decide abandonar la ciudad. Con la ayuda de su novia Phyllis y del simplón de su hermano Loomis, elabora un meticuloso plan para huir en avión después de atracar un banco. Disfrazado de payaso, Grimm será el encargado de entrar y hacerse con el botín. Hasta aquí todo resultará muy fácil; el problema consiste en llegar al aeropuerto en medio de un tráfico infernal.
En su primera noche patrullando, la agente de policía Megan Turner (Jamie Lee Curtis) se ve obligada a matar a un ladrón durante el atraco a un supermercado, pero es suspendida del servicio cuando no se encuentra el arma del asaltante. Además, a partir de ese momento, Megan se verá acosada por uno de los clientes (Ron Silver) que se encontraba en el establecimiento cuando sucedieron los hechos.
Tess (Melanie Griffith), una joven neoyorquina de origen humilde, acude todos los días a su oficina dispuesta a luchar con uñas y dientes para alcanzar y superar cuanto antes el nivel de sus jefes. Sin títulos académicos, formación profesional ni posición social, es una más de la treinta secretarias que trabajan en la empresa Petty Marsh, pero ella desea desesperadamente un empleo mejor.
Durante las fiestas navideñas, en Washington es hallado el cadáver de una mujer asesinada. También se produce el suicidio de un magistrado del Tribunal Supremo. Estos dos casos, en principio, no guardan ninguna relación. Del asesinato de la mujer es acusado un mendigo, veterano de Vietnam, y su defensa es asignada a la abogada de oficio Kathleen Riley, que agotada por su trabajo, pensaba tomarse unas vacaciones.