En el bullicioso París de finales de los años 60, seguimos la vida de Juliette, una mujer que lleva una doble existencia. Por un lado, es la madre de familia de un hogar típico en las afueras de la ciudad; por otro, se convierte en una trabajadora del sexo que recorre las calles en busca de clientes. A través de su vida cotidiana, la película explora la lucha interna de Juliette entre sus deseos personales y las exigencias de una sociedad que la encasilla.
Mientras Juliette navega por este mundo, se revela el contraste entre su vida familiar –donde se siente atrapada y desilusionada– y su lado más libre y descarnado como prostituta. A medida que interactúa con sus clientes, amigos y su propia familia, se convierte en un espejo de la hipocresía social, mostrando cómo todos intentan sobrevivir en un sistema que no les brinda espacio para ser ellos mismos.
Utilizando un estilo casi documental, el film no solo se centra en Juliette, sino que también da voz a otros personajes que habitan este universo urbano, retratando sus historias y sus luchas personales. A través de la mirada del director, el espectador se enfrenta a la complejidad de las relaciones humanas y a los dilemas morales que surgen en un mundo donde las apariencias engañan. La película se convierte en una reflexión inquietante sobre identidad, deseo y la búsqueda de autenticidad en un contexto que ahoga la libertad individual.