En el oscuro contexto de la Europa ocupada durante la Segunda Guerra Mundial, un joven oficial de las SS, Kurt Gerstein, se encuentra atrapado entre su lealtad a la patria y los horrores que presencia día a día en los campos de concentración. Al ser testigo de la brutalidad del régimen nazi, especialmente las atrocidades cometidas contra los judíos, su conciencia comienza a atormentarlo. Kurt, angustiado por su papel en este sistema opresor, intenta llevar sus inquietudes a la Iglesia católica, con la esperanza de que su voz pueda influir en la opinión pública y detener la masacre.
Sin embargo, su camino no es fácil. Se topa con un mundo de complicidad y silencios, donde el miedo y la indiferencia han paralizado las conciencias. A lo largo de su viaje, se encuentra con un rabino, que le ayuda a explorar el dilema moral que enfrenta. Mientras las acciones de los nazis se hacen cada vez más evidentes y alarmantes, Kurt se ve obligado a cuestionar hasta dónde llega su responsabilidad. La película presenta un crudo retrato de la lucha entre la fe, la moral y la acción en un mundo desgarrado por la guerra. Con cada decisión que toma, se enfrenta a la posibilidad de convertirse en un héroe o convertirse él mismo en un cómplice del mal. La historia culmina en una reflexión sobre la importancia de alzar la voz ante la injusticia, aun cuando hacerlo pueda significar arriesgarlo todo.