En una remota casa de campo, una joven maestra llamada Ana llega para pasar el verano y refrescar su vida después de un desengaño amoroso. Su llegada despierta el interés de tres hermanos que han estado viviendo en su propio mundo, alejados de la civilización y de las convenciones sociales. Cada uno de ellos es un reflejo de diferentes aspectos de la masculinidad y la violencia, lo que obliga a Ana a confrontar su propia identidad y deseos.
Mientras Ana intenta adaptarse a este nuevo entorno, se desarrolla una intensa tensión entre ella y los hermanos, que van desde el amor maternal hasta la seducción, todo envuelto en un aura de misterio y peligro. A medida que se van sucediendo las interacciones, la atmósfera se vuelve cada vez más cargada, revelando los secretos oscuros que acechan a los jóvenes. La frontera entre la atracción y el miedo se difumina, y lo que parecía ser un refugio se convierte en una trampa psicológica.
A través de este relato, se exploran las dinámicas del poder, la violencia latente y el deseo, mientras Ana descubre que su presencia ha desatado no solo pasiones reprimidas, sino también un caos que embrujará su vida. El desenlace deja al espectador en una cuerda floja entre la esperanza y la desesperación, quedando marcado por la pregunta de qué significa realmente ser libre y, a la vez, salvarse de uno mismo.