En esta encantadora comedia de los años 20, conocemos a la joven y atrevida Mary, quien se pregunta por qué su madre y su padre parecen ser tan distintos y, a menudo, inciertos en su comportamiento. La historia comienza con Mary, una adolescente en plena búsqueda de su identidad, que decide investigar a fondo la vida de sus padres. La trama se desenvuelve en un retrato cómico de la familia estadounidense, con Mary desatando una serie de malentendidos y situaciones hilarantes que ponen en jaque la percepción que tiene del mundo adulto.
Mientras explora las peculiaridades de sus progenitores, Mary se da cuenta de que detrás de su fachada de adultos responsables, sus padres también tienen sus propias inseguridades y deseos reprimidos. Con cada pequeño descubrimiento, la dinámica familiar comienza a transformarse; el humor surge tanto de las metidas de pata de Mary como de las sorpresas que revelan las verdaderas personalidades de sus padres. A medida que avanza la historia, la incomprensión inicial se convierte en una entrañable conexión, destacando la importancia de la comunicación y la empatía.
Poco a poco, Mary aprende que, aunque los adultos pueden parecer distantes y complicados, también han pasado por sus propias luchas y sueños. En el clímax de la película, la familia se une en un momento de sinceridad que refuerza la idea de que, al final del día, todos están buscando lo mismo: amor y aceptación. Con un estilo visual cautivador y un humor atemporal, la película se convierte en un clásico que resuena con el dilema generacional.