En un tranquilo pueblo del sur, una madre soltera cría a su encantadora hija, Rhoda, quien parece ser la niña perfecta: dulce, educada y brillante. Sin embargo, detrás de esa fachada idílica se esconde un inquietante secreto. A medida que la madre comienza a descubrir la oscuridad que yace en el corazón de su pequeña, se da cuenta de que Rhoda es capaz de actos de manipulación y violencia que superan lo que una niña de su edad debería ser capaz de hacer.
Luego de la misteriosa muerte de un compañero de clase que había ganado un concurso de medallas, la madre empieza a desentrañar un patrón aterrador en el comportamiento de su hija. Todo se complica cuando empiezan a aflorar los rasgos genealógicos que llevan a la madre a cuestionar si la naturaleza de la maldad está arraigada en su propia sangre. Cada vez más alarmada y en conflicto, la madre se encuentra debilitada por la tensión de proteger a Rhoda y, al mismo tiempo, lidiar con el horror de lo que podría ser.
Con un estilo visual que combina la sutileza con momentos impactantes, la película se convierte en un estudio escalofriante de la maldad y el amor maternal. Enfrentada con decisiones imposibles, la madre se verá obligada a decidir hasta dónde está dispuesta a llegar para proteger lo que más ama y, a la vez, confrontar la oscura verdad que podría destruirlo todo. La atmósfera se vuelve cada vez más densa, dejando al espectador en un estado de inquietud incesante.