En el Japón del siglo XIX, el célebre artista Katsushika Hokusai, conocido por sus impresionantes grabados y pinturas, se ve inmerso en una lucha tanto artística como personal. A medida que avanza la vida de Hokusai, sus ambiciones y su inquebrantable deseo de crear lo llevan a explorar los límites de su arte, mientras se enfrenta a las dificultades de la vida cotidiana. Desde su hogar modesto en Edo, nos adentramos en un mundo vibrante lleno de mujeres, paisajes y seres sobrenaturales, todos ellos plasmados en su obra.
La película no solo se centra en su arte, sino que también explora sus relaciones familiares, en particular con su hija Oei, quien comparte la pasión por la pintura. A través de sus interacciones, se revelan las tensiones de su compleja relación, marcada por el amor, la admiración y un deseo mutuo de reconocimiento. Mientras Hokusai se enfrenta a la pérdida y la presión de la sociedad de su tiempo, también se encuentra cuestionando su legado y el significado de la verdadera grandeza artística.
Con un estilo visual que refleja la estética del ukiyo-e, la película presenta una rica paleta de colores y una narración poética, llevando al espectador a través de la vida de este maestro del pincel. Al final, la historia nos recuerda que el arte es un reflejo de la vida misma, lleno de pasión, dolor y belleza, invitándonos a encontrar nuestro propio camino en este vasto mundo creativo.