En una Inglaterra de la posguerra, un grupo de soldados británicos regresa de los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, cargando no solo con sus mochilas, sino también con las cicatrices emocionales y físicas que la guerra les ha dejado. La historia se centra en uno de estos hombres, que, tras experimentar el horror y la camaradería del frente, regresa a casa con ansias de reinsertarse en la vida cotidiana. Sin embargo, se enfrenta a la dura realidad de una sociedad que ha cambiado y que ya no reconoce.
A medida que intenta adaptarse, se siente atrapado entre el deber de ser un buen ciudadano y el deseo de seguir viviendo las emociones intensas que solo la guerra le ofrecía. En su camino de redescubrimiento, se reencuentra con viejos amigos y familiares, pero también es testigo de las luchas de aquellos que no pudieron escapar del conflicto. Las tensiones aumentan cuando se da cuenta de que algunos de sus amigos todavía están lidiando con sus propios demonios, creando un ambiente de nostalgia y desilusión.
A través de esta exploración emocional, la película nos sumerge en el dilema de la reintegración, la búsqueda de identidad y el significado de la paz. Con un retrato crudo y sincero de la vida tras la guerra, los personajes nos muestran que el verdadero heroísmo puede estar en el proceso de sanar y encontrar un nuevo propósito en un mundo que sigue adelante sin ellos.