Imagina que eres un niño que se convierte en el objetivo clave de un misterioso caso que va más allá de tu entendimiento. Eso le sucede a un pequeño de apenas ocho años, cuyo destino cambia radicalmente cuando es testigo de un asesinato brutal. Ahora, un par de asesinos a sueldo, con personalidades e ideologías muy diferentes, deben llevarlo a un lugar seguro para eliminar cualquier testimonio en su contra.
Por un lado, está Cohen, un tipo frío y calculador, que ha vivido en el juego del crimen y no tiene problemas para realizar su trabajo. Por otro, Tate, un joven impulsivo y emocional que, a pesar de ser un asesino, no puede deshacerse de su humanidad. La tensión entre ellos es palpable y, mientras fuerzan al niño a entrar en el mundo oscuro que han creado, se abre un extraño vínculo que desafía sus propias convicciones.
Mientras recorren la carretera en un coche polvoriento, el pequeño comienza a jugar psicológicamente con sus captores, convirtiéndose en una especie de peón en un juego mucho más grande. A medida que avanza la historia, Cohen y Tate se ven envueltos en un impredecible conflicto interno, donde la lealtad se pone a prueba y la vida del niño acaba siendo el centro de una lucha moral. ¿Distribuirán su destino como una simple pieza del ajedrez o aprenderán que más allá de la violencia hay otro camino?