En un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra en 1692, la tranquilidad de la comunidad se ve brutalmente interrumpida por una serie de acusaciones de brujería. Un grupo de adolescentes, encabezado por la manipuladora Abigail Williams, desata una ola de pánico al afirmar que han sido embrujados por antiguos pobladores. La atmósfera se vuelve tensa y la desconfianza empieza a reinar en la vida cotidiana de los habitantes. En el centro de la tormenta se encuentra John Proctor, un granjero respetado, que se ve obligado a confrontar no solo a la comunidad, sino también sus propios demonios internos tras una relación ilícita con Abigail.
Mientras la caza de brujas avanza, los personajes se ven atrapados en un torbellino de miedo y desesperación. Proctor intenta proteger a su esposa Elizabeth, quien es acusada injustamente, y se enfrenta a un dilema moral: debe arriesgarlo todo para desmantelar las mentiras que han llevado al pueblo al borde del colapso. Con un ambiente de traición y desesperación en el aire, la película explora temas como la integridad, el poder de la mentira y las consecuencias trágicas de la histeria colectiva. A medida que las tensiones aumentan, Proctor se convierte en el único faro de verdad en un mar de corrupción, enfrentándose inevitablemente a un sistema que ha perdido su camino. En esta lucha por la justicia, el sacrificio personal se convierte en el único medio para restaurar la dignidad en una comunidad rota.