En una remota isla del Reino Unido, la vida de un peculiar matrimonio se ve interrumpida por la llegada de dos peligrosos fugitivos. Dickie, un hombre de pelazo largo y esa vibra de rebelde, y su cómplice, una chica que parece sacada de un sueño hippy, llegan a la puerta de una extraña casa que, aunque normalmente estaría tranquila, se convierte en el escenario de un juego mortal. La pareja, compuesta por un aristócrata frágil y su esposa, se ven obligados a transformar su vida monótona en un auténtico caos.
Mientras el terror se apodera de ellos, las relaciones en la casa se ponen a prueba. El fugitivo se convierte en el nuevo rey de la casa y plantea peligrosos juegos mentales, dejando a todos en un limbo de desconfianza y desesperación. La tensión va en aumento, evidenciando la fragilidad de las dinámicas de poder y los lazos matrimoniales.
Con un estilo visual distintivo y un ambiente claustrofóbico, la película retrata la fragilidad del ser humano ante la adversidad, mezclando el absurdo con un drama explosivo. A medida que las horas avanzan y la presión aumenta, la pareja se enfrenta a preguntas incómodas sobre su vida y sus elecciones. El caos se convierte en un espejo de sus propias frustraciones y deseos reprimidos. En este oscuro juego de supervivencia, los límites entre el cazador y la presa se desdibujan, llevando a todos al borde del abismo.