En un mundo donde lo sobrenatural y lo cotidiano chocan, un detective de Los Ángeles se encuentra en medio de una misión única. Eddie Murphy interpreta a un sagaz y algo cínico buscador de niños perdidos que, de repente, se ve inmerso en un conflicto épico entre el bien y el mal. Su vida da un giro inesperado cuando es contactado para encontrar a un milagroso niño que posee habilidades mágicas extraordinarias y que es la clave para salvar al mundo de un oscuro ser maligno que ansía apoderarse de su poder.
Con la ayuda de una enigmática mujer que sabe más de lo que aparentemente revela, nuestro héroe debe cruzar fronteras que nunca pensó cruzar para proteger a este niño especial. Mientras enfrenta diversos obstáculos y criaturas sobrenaturales, el humor característico de Murphy brilla, con diálogos chispeantes y un sinfín de situaciones absurdas que mantienen el ritmo ligero, a pesar de las altísimas apuestas en juego.
A medida que avanza la trama, la delgada línea entre la comedia y la acción se difumina, llevándonos a un viaje donde la fe, la amistad y el sacrificio se entrelazan. Con un toque de cultura oriental, la película nos lleva a explorar temas de destino y poder, mientras que Murphy, en su estilo inconfundible, logra equilibrar la seriedad de su misión con un humor que deja huella. En esta mezcla de fantasía y realidad, la verdadera esencia del amor y la bondad luchan por prevalecer.