En un tranquilo pueblo japonés durante la década de 1940, una familia vive un conmovedor viaje de amor y sacrificio. La historia gira en torno a un padre devoto, cuya vida ha estado marcada por el trabajo duro y la dedicación a proporcionar lo mejor para su esposa e hijos. Sin embargo, el destino le tiene preparadas una serie de pruebas que pondrán a prueba su resistencia y la unión familiar.
A medida que las tensiones aumentan por la creciente presión económica y social de la época, la figura paterna enfrenta una difícil elección entre mantener su orgullo o buscar ayuda en amigos y vecinos. Los hijos, cada uno con sus propios sueños e inquietudes, comienzan a darse cuenta de los sacrificios que su padre ha hecho por ellos, despertando sentimientos de gratitud y responsabilidad.
La película aborda temas universales como el amor, la familia y el paso del tiempo, todo ello enmarcado en un contexto histórico que resalta los desafíos de los valores tradicionales frente a las exigencias de una sociedad en cambio. Con una dirección sutil que combina el melodrama con momentos de calidez, se nos ofrece un viaje emocional que explora la profunda conexión entre un padre y sus hijos. A medida que las crisis surgen, la familia debe encontrar la manera de unirse, aprendiendo que, a pesar de los obstáculos, el amor y la solidaridad familiar son los pilares que sostienen la vida. La historia culmina en una reflexión sobre lo que significa ser padre, ofreciendo un retrato sincero de las complejidades de la paternidad.