En un pequeño pueblo de Japón durante la década de 1930, un grupo de artistas itinerantes se desplaza de un lugar a otro, llevando consigo su teatro de marionetas. El protagonista, un joven michi (títere humano), se enfrenta a su propia identidad mientras lucha por encontrar su lugar en este mundo lleno de ilusiones. La historia se centra en los sueños y deseos de cada miembro del grupo, quienes siempre están un paso adelante de las dificultades de la vida, pero también al borde de perderse en la prosaica rutina.
El viaje de estos artistas no solo los lleva por pintorescos paisajes, sino que también explora las relaciones humanas, llenas de pasión, celos y sacrificios. La conexión entre el protagonista y una joven artista se vuelve el corazón de la narrativa, mostrando el amor en medio de la adversidad. A medida que el grupo enfrenta la disminución de su relevancia y la presión de la modernidad, cada personaje debe decidir si seguir adelante con sus sueños o adaptarse a un mundo que avanza sin compasión.
Las marionetas, que representan sueños y anhelos, cobran vida en un espectáculo sobrio y poético, haciendo reflexionar sobre la fragilidad de las relaciones y los sacrificios que uno está dispuesto a hacer por amor. Atraídos por la belleza y la tristeza de la vida, los personajes, aunque efímeros como el arte que representan, dejan una huella imborrable en el espectador, evocando la nostalgia de un tiempo perdido.