En pleno glamour de la década de los 30, vivimos la historia de Mimi, una encantadora y vivaz mujer que busca liberarse de un matrimonio sin amor. Para conseguir el divorcio, decide seguir un método poco convencional: contratar a un hábil y astuto letrista de canciones llamado Guy. Este intrigante plan la lleva a un hotel de lujo, donde las cosas se complican cuando Guy se enamora locamente de ella, a pesar de que su misión es ayudarla a obtener la separación.
Entre malentendidos y situaciones hilarantes, Mimi y Guy se ven envueltos en una serie de enredos románticos que desafían cualquier expectativa. La química entre ellos es instantánea, pero el enigma del divorcio aún pesa sobre sus cabezas. Con un trasfondo de música pegajosa y coreografías deslumbrantes, la película también explora la libertad personal y la busca de la felicidad genuina en medio de la convención social.
Mientras tanto, un grupo de amigos excéntricos, que también está en el hotel, añade más diversión y caos a la situación, creando momentos de comedia pura y descontrol. Al final, Mimi y Guy tendrán que decidir si su amor es lo suficientemente fuerte para superar las complejidades del romance y el divorcio. Con un toque de humor, romance y el vibrante ambiente de la época, esta historia es un recordatorio de que a veces, el corazón sabe lo que desea, incluso en las situaciones más inesperadas.