En un mundo vibrante y tierno, una niña llamada Mimiko vive sola en una casa junto a un lago. La historia comienza cuando un panda adorable y su pequeño hijo se encuentran con Mimiko, quienes han escapado de un zoológico en busca de un nuevo hogar. Sorprendida pero encantada, Mimiko acoge a estos visitantes inesperados, creando un vínculo mágico e inquebrantable con ellos. Juntos, los tres se embarcan en una serie de aventuras cotidianas que revelan la belleza de la amistad y la familia.
Mientras exploran su entorno, Mimiko y los pandas enfrentan algunos desafíos, desde una tormenta impredecible hasta las travesuras del malvado cazador que busca capturarlos. Sin embargo, cada obstáculo se convierte en una lección sobre la importancia de apoyarse mutuamente y valorar los momentos sencillos de la vida. A medida que su relación se fortalece, el trio descubre la alegría de la convivencia, llena de risas, juegos y un amor sincero que trasciende las diferencias.
El ambiente encantador de la película, junto con su animación colorida, le da vida a un relato de inocencia y ternura que toca el corazón. Con un tono ligero, esta historia destaca las maravillas del descubrimiento y la amistad, dejando a la audiencia con un sentimiento de calidez y felicidad. En definitiva, es una celebración de la infancia y del poder de la conexión que trasciende todas las barreras.