En una pequeña ciudad italiana de los años 60, un médico de la mutua, que lleva una vida monótona y predecible, se enfrenta a un cambio inesperado en su rutina cuando una atractiva paciente entra por la puerta de su consulta. Mientras trata de mantener su carácter profesional, se ve arrastrado a un juego de seducción que pone en jaque su vida familiar y profesional.
El protagonista, interpretado con maestría por Alberto Sordi, es un médico que, debido a su trabajo en la mutua, se ha acostumbrado a la burocracia de la salud pública y a lidiar con una clientela que a menudo abusa de sus servicios. Sin embargo, el encuentro con esta joven lo saca de su zona de confort, y su curiosidad por ella lo empuja a cuestionar no solo su carrera, sino también su matrimonio.
A medida que avanza la historia, el médico se sumerge en una serie de enredos cómicos y situaciones absurdas que lo llevan a reflexionar sobre su vida y las elecciones que ha tomado. Entre consultas y desilusiones, la película salpica críticas sociales sobre el sistema de salud y la hipocresía de la clase media, todo ello envuelto en un humor típico de la comedia italiana de la época.
La historia culmina con el médico enfrentando no solo sus sentimientos, sino también su compromiso profesional, dejando al espectador con una reflexión sobre la búsqueda de la felicidad en la vida cotidiana.