En una oscura y sombría ciudad donde los secretos acechan en cada esquina, un grupo de amigos se reúne para disfrutar de una cena familiar que promete ser inolvidable. Todo comienza con un simple menú: jiaozi, esos deliciosos dumplings chinos que son infaltables en cualquier reunión. Pero lo que empieza como una noche de risas y anécdotas pronto se convierte en una experiencia de terror y desconfianza.
Uno de los amigos, atormentado por recuerdos de un accidente trágico, empieza a tener visiones perturbadoras. A medida que avanzan los platos, las tensiones resurgen, revelando viejas rencillas y oscuros secretos que han estado enterrados. La atmósfera se vuelve cada vez más densa y opresiva, y las risas se convierten en susurros nerviosos cuando uno de ellos sugiere que el ingrediente secreto de estos jiaozi podría tener un origen mucho más macabro de lo que imaginan.
La película juega con el concepto de cómo la comida puede ser un vehículo de conexión, pero también de descomposición, revelando lo peor de cada persona bajo la presión del miedo. Justo cuando piensan que pueden afrontar sus fantasmas, un giro impactante revela que la cena tiene un significado sobrenatural más profundo de lo que jamás hubieran imaginado. La noche termina no solo con un festín del paladar, sino con una experiencia que dejará huellas imborrables en sus almas. ¿Podrán escapar de las sombras que han desatado, o sus destinos ya están sellados?