En un pequeño pueblo en el siglo pasado, un inventor solitario se encuentra atrapado en la rutina de su vida diaria, siempre buscando el momento perfecto para dejar su huella en el mundo. Un día, mientras trabaja en su taller, desarrolla un misterioso dispositivo que puede medir el tiempo de manera única: puede asignar a cada persona el tiempo que les queda por vivir. Aunque inicialmente lo considera una mera curiosidad científica, pronto se da cuenta del poder que su invento tiene sobre la vida de los demás.
La noticia del dispositivo se esparce por el pueblo y provoca una mezcla de emoción y miedo entre los habitantes. Algunos ven la oportunidad de vivir sin miedo, mientras que otros se angustian al conocer su futuro. El inventor, atrapado entre la desesperación de quienes buscan respuestas y su sentido de responsabilidad, se enfrenta a dilemas morales sobre cómo su creación afecta a las vidas de quienes lo rodean.
Mientras tanto, él se enamora de una joven del pueblo, cuya vida queda entrelazada con su invento. A medida que se desarrolla su romance, el inventor se da cuenta de que el tiempo es un recurso mucho más complejo de lo que imagina, y que el amor y la felicidad no pueden ser medidos ni controlados. La historia culmina en un emocionante desenlace que pone a prueba su ética y sus sentimientos, llevándolo a replantearse lo que realmente significa vivir.