La historia sigue a un joven llamado Joe, un aspirante a artista sumido en una lucha interna entre su creatividad y la oscuridad que habita en su mente. A medida que se sumerge en su mundo imaginario, comienza a crear una serie de pinturas perturbadoras que reflejan sus turbulentas emociones. Sin embargo, su arte se convierte en una forma de canalizar su frustración, y lo que comienza como una búsqueda de aceptación pronto se transforma en una espiral de locura.
Tras un trágico evento en su vida, Joe se siente despojado de la conexión humana y se sumerge más en su propio mundo, cercado por figuras fantasmagóricas de su imaginación que lo empujan a nuevos niveles de desesperación. En su camino, se cruzará con un grupo de inadaptados que, a su manera, también lidian con sus propias demonios. Entre ellos, una enigmática mujer que ve más allá de su locura y lo invita a explorar lo que significa realmente la conexión.
Mientras la tensión aumenta, Joe se enfrenta a su oscuro pasado y a sus miedos más profundos, luchando por encontrar un propósito y redención en un mundo que parece estar en su contra. La línea entre la locura y la razón se difumina, en una narrativa visual que es tanto inquietante como impactante, llevando al espectador a cuestionar qué es lo real y qué es producto de la mente delirante de un artista al borde del abismo.