En una pequeña ciudad de Canadá durante los años 30, una mujer llamada Maud, quien padece artritis reumatoide, busca su independencia y un propósito en la vida. Después de una infancia difícil y una relación tensa con su familia, decide dejar su hogar y aceptar un trabajo como sirvienta en la casa de un hombre solitario y áspero llamado Everett. Él es un pescador de carácter fuerte, que ha llevado una vida de aislamiento y soledad. A pesar de sus diferencias iniciales y de la falta de habilidades sociales, entre ellos se comienza a forjar una conexión inesperada.
Maud, quien siempre ha tenido una pasión por la pintura, empieza a crear obras de arte utilizando lo que tiene a mano y su entorno natural como inspiración. Con el tiempo, su arte se convierte en un reflejo de su vida, sus luchas y su espíritu indomable. A medida que Maud se abre emocionalmente a Everett, él también empieza a mostrar un lado más sensible y comprensivo, aunque sus formas de amor son torpes y poco convencionales.
La película narra el viaje de Maud hacia el autodescubrimiento mientras enfrenta los desafíos de su salud y el entorno hostil de su tiempo. Su arte se convierte en una expresión de libertad que trasciende su condición física. Entre el amor, el dolor y la lucha por la aceptación, Maud y Everett encuentran un sentido de pertenencia y la belleza en lo cotidiano. Esta entrañable historia celebra la resiliencia del espíritu humano y la capacidad de encontrar amor en los lugares más inesperados.