En el París de la década de 1980, una joven llamada Suzanne, interpretada por la cautivadora Sandrine Bonnaire, navega por las tumultuosas aguas del amor y la familia. A medida que entra en la adolescencia, Suzanne se encuentra atrapada entre el deseo de descubrir su propia identidad y las complejidades de una vida familiar disfuncional. Su madre, una mujer con un fuerte carácter y días llenos de melancolía, intenta controlar la vida de sus hijos, pero su afecto a menudo se siente más como una carga.
Los encuentros románticos de Suzanne son intensos y desgarradores. Llenos de pasión y confusión, estos encuentros reflejan sus luchas internas y su búsqueda de validación. La vida amorosa de la joven es un constante tira y afloja, donde cada relación la lleva a experimentar tanto la euforia del amor como la angustia del desamor. A medida que se adentra en su vida sexual, el espectador se sumerge en las emociones crudas y reales de la juventud.
A lo largo de su viaje, se desvelan secretos familiares y relaciones, poniendo a prueba la fuerte conexión entre ella y su hermano, que lucha con sus propios demonios. En este viaje a través de la pasión y la pérdida, el espíritu de rebeldía de Suzanne se enfrenta a las expectativas sociales y familiares, planteando preguntas sobre la libertad y el compromiso. El relato se convierte en una exploración conmovedora y honesta del amor en todas sus formas, incluso cuando esta búsqueda puede ser desoladora y dolorosa.