En un futuro no muy lejano, Detroit sigue siendo un caos, dominada por la criminalidad y la corrupción. Después de la sorprendente muerte de un poderoso narcotraficante, la ciudad enfrenta una nueva amenaza: una potente droga llamada Nuke, que está arrasando a la población. El cyborg policía, una mezcla de humano y máquina, sigue haciendo su trabajo para proteger a los ciudadanos, pero el sistema está en crisis. La mega corporación OCP, que lo creó, se encuentra en apuros financieros y toma decisiones cuestionables, incluso la de reemplazarlo con un nuevo modelo de RoboCop, más avanzado pero con un control aún más severo.
Mientras tanto, un niño callejero se convierte en el inesperado aliado del cyborg, intentando resistir la atracción de la sangre y el caos que Nuke provoca. Con el aumento de la violencia, RoboCop se enfrenta a un nuevo adversario: un versión brutal y despiadada de sí mismo, creado por OCP para erradicar el crimen en la ciudad, pero con su propia agenda. La lucha se intensifica cuando RoboCop debe decidir entre cumplir con su deber programado o recuperar la humanidad que todavía le queda, mientras busca a un criminal que se ha vuelto más poderoso que nunca.
Esta secuela mezcla acción, sátira y comentario social, todo mientras muestra un despliegue de tecnología y violencia que mantienen al público al borde de su asiento. Al final, la batalla no solo es por la ciudad, sino también por el alma del propio RoboCop.