En un mundo donde la realidad y la locura se entrelazan, seguimos a un joven llamado Ross, un adicto a la metanfetamina que se encuentra atrapado en una vorágine de excesos y personajes extravagantes. La historia se desarrolla en un período de tres días, durante los cuales Ross, interpretado por un carismático y un tanto desquiciado Jason Schwartzman, se sumerge cada vez más en la locura de la vida de los que lo rodean.
Su vida da un giro inesperado cuando se une a un grupo de inadaptados, incluyendo a "Drea", una chica desequilibrada que lo atrapa en un torbellino emocional, y "Spider", un personaje de personalidad colorida que lo arrastra a un triángulo amoroso complicado. Mientras las cosas se intensifican, Ross se convierte en cómplice de un plan estrambótico que involucra a un fabricante de metanfetamina loco y su obsesivo deseo de estar en el podio de la industria de las drogas.
Con un giro visual y narrativo que recuerda a una montaña rusa, la película nos lleva a un viaje underground a través de la mente de un adicto, mostrando la oscuridad, la desesperación y el claro humor que surgen de esta vida desenfrenada. A medida que su mundo se desmorona ante sus ojos, Ross debe confrontar sus propios demonios y decidir si está dispuesto a salir de este ciclo autodestructivo o si se dejará llevar por el caos que lo rodea.