En un pequeño pueblo del oeste, la vida tranquila de sus residentes se ve interrumpida por una serie de extrañas circunstancias. La historia comienza cuando un grupo de científicos decide llevar a cabo un experimento inusual sobre el comportamiento de los conejos, buscando controlar la población de estos adorables roedores que han estado causando estragos en la agricultura local. Sin embargo, las cosas se salen de control cuando un tratamiento hormonal destinado a aumentar su tamaño termina convirtiendo a los conejos en gigantes voraces y peligrosos.
Con la población de conejos descontrolada y ahora amenazando a los habitantes del pueblo, el caos se desata. Estos adorables animales, que antes eran inofensivos, se transforman en criaturas aterradoras que atacan sin piedad. La gente del pueblo, desconcertada y aterrorizada, se ve obligada a unir fuerzas para enfrentar a estas bestias y salvar su hogar. Mientras los conejos gigantes se propagan por los campos y los suburbios, el pánico se apodera de todos.
En medio de la locura, un grupo de valientes locales se arma hasta los dientes y planea una estrategia para detener la amenaza peluda. Con un tono a la vez escalofriante y casi cómico, esta película nos lleva en un viaje donde el horror se encuentra con lo absurdo, dejando al público pegado a la pantalla mientras observa cómo los conejos se convierten en sus peores enemigos. Al final, la lucha entre el hombre y la naturaleza se desata, revelando las inesperadas consecuencias de jugar a ser Dios.