Un marino mercante que lleva una vida bastante despreocupada se enamora de una dulce y sumisa bibliotecaria, pero muy pronto se da cuenta de que no puede seguir con ella porque su vida es el mar.
Un violinista de la Ópera de París (Claude Rains), locamente enamorado de Christine Dubois (Susanna Foster), una joven aspirante a soprano, es despedido porque su mano izquierda ya no es tan hábil como antes. Solo y sin dinero, después de haberlo gastado todo en pagar -sin que ella lo sepa- las lecciones de canto de Christine, decide publicar un concierto con el fin de completar la instrucción de la soprano y de hacerse famoso. Pero, a causa de un malentendido, ataca a su editor, y la secretaria de éste le desfigura el rostro con ácido.