Tras acabar sus estudios universitarios, Annie Braddock (Scarlett Johansson) se traslada de Nueva Jersey a Nueva York para trabajar en un banco. Pero, como el mundo financiero no es lo que ella esperaba, acaba siendo la niñera del malcriado hijo de una acomodada familia. Mientras se adapta a un ambiente cuyas normas le resultan completamente desconocidas e intenta enseñarle al niño que el dinero no puede comprarlo todo, se enamora de un joven rico.
Narra la odisea que debe vivir la bella princesa Giselle (Amy Adams), que es transportada por un hechizo de la malvada reina Narissa (Susan Sarandon) desde su mágico mundo a la moderna y caótica Manhattan actual. Inmersa en un entorno en el que "fueron felices y comieron perdices" no funciona, Giselle deambula por un mundo caótico que necesita urgentemente unos cuantos hechizos. Pero Giselle se enamora de un abogado divorciado, encantador pero nada perfecto (Patrick Dempsey) que decide ayudarla.