En la década de 1940, un enérgico sacerdote, el padre Flanagan, se dedica a transformar la vida de niños huérfanos y marginados en una institución conocida como Boys Town. A pesar de la adversidad y las dificultades económicas, su amor y dedicación son contagiosos, atrayendo a muchos al orfanato. La película sigue la historia de algunos de estos chicos, entre ellos un joven rebelde llamado Whitey, que lucha con su propio pasado pero pronto encuentra en el padre Flanagan una figura paternal que nunca tuvo.