La historia inicia en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, centrándose en Kaji, un joven idealista que se encuentra atrapado entre sus convicciones morales y la cruda realidad del conflicto. Al principio, su vida parece relativamente tranquila; Kaji trabaja como supervisor en una mina de carbón, donde se esfuerza por tratar a sus trabajadores con dignidad y respeto en un entorno desolador.

En una tranquila aldea japonesa, el flujo de la vida cotidiana se ve interrumpido cuando un grupo de pescadores descubre un misterioso río negro que aparece de la nada. En un principio, los aldeanos lo ven como una curiosidad, pero pronto se dan cuenta de que las aguas oscuras traen consigo un aura inquietante. Atraídos por la leyenda que rodea al río, los habitantes comienzan a experimentar fenómenos extraños y aterradores.

Un entrañable anciano y su esposa emprenden un viaje desde su pequeño pueblo hacia Tokio para visitar a sus hijos, quienes llevan una vida ajetreada y llena de compromisos. Al llegar a la bulliciosa ciudad, se dan cuenta de que sus vástagos están demasiado ocupados con sus trabajos y problemas personales para dedicarles tiempo de calidad. Con cada intento de conexión, se enfrentan a la indiferencia y la rutina de los adultos, que ya han olvidado el significado de la familia.

En una sociedad que se aferra a las apariencias y el estatus, un joven de espíritu inocente y corazón puro se convierte en el centro de la atención después de regresar de un largo exilio en el extranjero. Su llegada trae consigo un aire de frescura y honestidad que contrasta brutalmente con la hipocresía y las intrigas de la élite. A medida que navega por los oscuros secretos de su familia y los círculos sociales que lo rodean, se enamora de una mujer atrapada en un matrimonio infeliz, lo que desencadena una cadena de eventos trágicos.