En la Francia de finales de los años 60, un niño de diez años llamado François vive una vida llena de desafíos. Después de pasar por varios hogares de acogida debido a la inestabilidad emocional de su madre, es colocado en una granja donde la vida parece mucho más estructurada, aunque no menos complicada. François es un espíritu libre y desafiante, que lucha por encontrar su lugar en el mundo mientras lidia con sus propios traumas.