El 16 de mayo de 1937, el dirigible alemán Hindenburg, gloria de la Alemania nazi, vuela hacia Nueva York con una bomba de relojería. Los esfuerzos del coronel Ritter (George C. Scott), héroe de la Luftwaffe, para desactivarla son inútiles.
Un joven presidiario de apenas veinte años logra escapar de la cárcel con la ayuda de su esposa, casi una niña. Lo que se propone es recuperar a su hijo, cuya custodia ha sido entregada por la ley a una familia de acogida. Lo sorprendente es que la fuga se produce a pesar de que la pareja tiene serias limitaciones mentales.