En el bullicioso ambiente de un hotel en Nueva York, un joven y apuesto encargado de la recepción, interpretado por Richard Widmark, se ve envuelto en una extraña y tensa situación cuando una hermosa pero perturbada mujer llega al establecimiento. Ella es una modelo, encarnada por Marilyn Monroe, que parece estar en una especie de crisis emocional tras una ruptura con su prometido. La noche se torna inquietante cuando la protagonista comienza a revelarse como cada vez más inestable, generando una atmósfera tensa y peligrosa.
A medida que la historia avanza, el encargado del hotel se siente atraído por su belleza y su profundo misterio, pero también debe lidiar con las alarmantes señales de su estado mental. Las cosas se complican aún más cuando la mujer se encierra en la habitación de un niño pequeño que está allí con su niñera. En medio del caos y la creciente desesperación, el encargado intenta mantener la calma y proteger a los inocentes. La trama se desenreda a través de diálogos cargados de tensión y momentos de vulnerabilidad, mientras el amor y la locura colisionan en esta lucha por la supervivencia emocional y física.
Con una mezcla perfecta de suspenso y drama, el relato examina la fragilidad de la mente humana y las consecuencias de la soledad. La habilidad actoral de Monroe brilla en este papel, ofreciendo una visión escalofriante de su lucha interna y dejando una impresión duradera en el espectador.