En un tranquilo barrio de la Ciudad de México de los años 70, un hombre, profundamente obsesionado con la idea de proteger a su familia de las corrupciones del mundo exterior, se convierte en el dictador de su propio hogar. Este padre, celoso y controlador, decide aislar a su esposa e hijos de toda influencia externa, manteniéndolos prácticamente prisioneros en su casa. Alimenta su paranoia con discursos sobre la pureza y la moralidad, mientras justifica sus actos extremos como actos de amor.
A medida que la vida familiar avanza, la situación se torna cada vez más opresiva. La madre, atrapada entre el amor por su esposo y el deseo de que sus hijos conozcan el mundo, empieza a cuestionar la cordura de la situación. Los hijos, en plena adolescencia, luchan con su identidad y la profunda necesidad de experimentar la vida, enfrentándose a la tiranía del padre, cuyas creencias extremas se vuelven cada vez más ineficaces frente a las realidades del crecimiento.
La tensión se acumula hasta que la fachada de armonía se derrumba, revelando las fracturas en la familia. Las decisiones que toman cada uno de los miembros se convierten en una lucha por la libertad y la búsqueda de la verdad, en un entorno que ha estado lleno de mentiras y restricciones. En este escenario claustrofóbico, el amor, la libertad y la locura entrelazan sus destinos en una historia poderosa que explora la complejidad de la familia y la búsqueda de la pureza en un mundo impuro.