En un mundo surrealista y lleno de simbolismo, un ladrón que vive en las calles de una ciudad caótica se encuentra con un misterioso alquimista que le ofrece una oportunidad de redención. Al ser llevado a un templo en lo alto de una montaña sagrada, el protagonista se adentra en un viaje espiritual y físico que desafía todas las convenciones. Allí, conoce a un grupo de personas peculiares, cada una representando diferentes aspectos de la humanidad y la decadencia del mundo moderno.
Mientras se siente atraído por la búsqueda de la iluminación y la verdad, el ladrón debe enfrentarse a una serie de pruebas y rituales que lo llevan a reflexionar sobre la avaricia, el poder y la existencia misma. El templo es un microcosmos de la sociedad, donde los deseos y las luchas de los personajes se entrelazan con la historia de la humanidad. A través de visiones vibrantes y devastadoras, se exploran temas profundos como el consumismo y la búsqueda de la autenticidad.
Con una estética inspirada en la pintura surrealista, cada escena parece un cuadro viviente que invita al espectador a cuestionar la realidad. La travesía del ladrón no solo es una búsqueda de tesoros materiales, sino que se convierte en una odisea hacia la auto realización y el significado de la vida. Entre la belleza y el horror, este viaje transformador culmina en una confrontación con la verdad más profunda, ofreciendo un comentario impactante sobre la naturaleza de la espiritualidad y la sociedad contemporánea.