En un pequeño pueblo de Japón, un niño llamado Koichi enfrenta la dura realidad de perder a su padre, quien se ha ido a luchar en la Segunda Guerra Mundial. La vida cotidiana se torna un desafío, y Koichi se siente completamente solo, lidiando con el peso de sus sentimientos y el vacío que ha dejado su ausencia. Sin embargo, la esperanza llega en forma de una carta que decide escribirle a su papá, llena de recuerdos y anhelos.
A medida que avanza la historia, Koichi se embarca en un viaje emocional donde sus letras se convierten en su forma de conexión con el padre que ya no está. A través de estos escritos, el niño comienza a entender lo que significa la pérdida, la tristeza, pero también la fuerza del amor familiar. Sus amigos y su madre, cada uno lidiando con su propio dolor, se convierten en parte fundamental de su proceso de sanación.
La narrativa se entrelaza con momentos de ternura, risas y hasta un toque de fantasía, cuando Koichi imagina situaciones y encuentros con su padre. Con el paso del tiempo, la carta toma vida propia, y la relación entre padre e hijo se profundiza a través de las palabras, revelando las lecciones que trascienden incluso la separación física.
A medida que el conflicto bélico se desenvuelve, la historia se convierte en un hermoso recordatorio de la conexión que nunca se quiebra, mostrando que el amor entre un padre y su hijo puede resistir incluso las adversidades más difíciles.