En un viaje en tren, dos hombres se cruzan de manera fortuita y lo que comienza como una conversación amistosa pronto se convierte en una peligrosa propuesta. Guy Haines, un arquitecto en apuros, está atrapado en un matrimonio infeliz con una mujer que se niega a darle el divorcio. En el tren, conoce a Bruno Antony, un excéntrico y carismático millonario que tiene una idea macabra para liberar a Guy de su atadura. Bruno sugiere un "intercambio" de asesinatos: él se encargará de la esposa de Guy, mientras que Guy se desharía de la figura paterna de Bruno, que lo maltrata. Al principio, Guy se ríe de la propuesta como una broma, pero Bruno lo toma muy en serio y está dispuesto a llevar a cabo el plan.
La vida de Guy se convierte en un auténtico caos cuando Bruno cumple con su parte del trato, asesinando a la esposa de Guy y forzándolo a enfrentarse a las consecuencias de su cómplice comportamiento. Desde ese momento, la tensión se intensifica en una espiral de terror psicológico, donde Guy se siente cada vez más atrapado en una red de manipulación y locura. Mientras intenta limpiar su nombre y alejarse de Bruno, se da cuenta de que escapar de este juego mortal no será tan fácil. La película explora temas de obsesión, moralidad y la delgada línea entre la razón y la locura, todo bajo la dirección magistral de Hitchcock, quien mantiene al espectador al borde de su asiento hasta el desenlace.