En el bullicioso mundo de los años 80, dos jóvenes rebeldes de Salt Lake City, con peinados Mohawk y chaquetas de cuero, desafían las normas de la sociedad estadounidense. Sean y su pandilla son parte de la subcultura punk rock, luchando contra el aburrimiento y la conformidad que los rodea. En su búsqueda de un sentido de identidad y propósito, pasan sus días asistiendo a conciertos, organizando manifestaciones y disfrutando de una vida sin ataduras. Sin embargo, a medida que la vida avanza y cosas inesperadas suceden, el idealismo comienza a desmoronarse.
El filme explora las presiones de crecer y encontrar un lugar en el mundo, ya que Sean se enfrenta a elecciones difíciles sobre su futuro. La muerte repentina de un amigo cercano sacude su visión de la vida y lo obliga a reflexionar sobre las decisiones que ha tomado. En un entorno donde el punk parece ser la única respuesta, surge una lucha interna entre el deseo de pertenecer y la necesidad de mantenerse fiel a uno mismo. Con un toque de humor oscuro y un estilo visual vibrante, la película captura la esencia de la juventud: la búsqueda de la libertad, la amistad y la lucha contra las convenciones sociales. A medida que Sean y su grupo se ven obligados a confrontar la realidad, se dan cuenta de que resistir el cambio puede ser tan desafiante como aceptar la vida adulta que les espera.