En un pequeño pueblo de Sicilia, un niño llamado Salvatore, apodado "Totò", crece obsesionado con el cine. Desde la primera vez que ve un filme en la pantalla del viejo cine local, su mundo da un giro. Bajo la tutela del entrañable projectionista, Alfredo, Totò aprende no solo sobre películas, sino también sobre la vida. A medida que crece, su amistad con Alfredo se profundiza y se convierte en un lazo paternal, lleno de risas y lecciones.
El cine es un refugio para los habitantes del pueblo, un lugar donde las historias cobran vida y los sueños se entrelazan. Sin embargo, la llegada del cine moderno y la transformación social amenazan con cambiar la esencia de este pequeño lugar. A pesar de los obstáculos, el amor de Totò por el cine no disminuye. Después de vivir una serie de emociones y experiencias, se muda a Roma para seguir su sueño como director de cine.
Años después, Totò regresa a su pueblo natal para el funeral de Alfredo, y se ve inundado por la nostalgia. A través de recuerdos y proyecciones de su infancia, redescubre el poder del cine y el impacto que tuvo en su vida. La historia es un homenaje a la magia del cine, a los amores perdidos y a la belleza de recordar. Al final, se revela que el verdadero valor del cine radica en sus poderosas conexiones emocionales y en cómo estas perduran a lo largo del tiempo.