En la Inglaterra de principios del siglo XX, la vida de dos familias de diferentes clases sociales se entrelaza de manera inesperada. Los Wilcox, una familia acomodada y adinerada, se cruzan con las Schlegel, tres hermanas de clase media apasionadas por la cultura y la justicia social. La historia comienza cuando las hermanas, Margaret y Helen, se hacen amigas de la matriarca de los Wilcox, lo que sienta las bases para un viaje que examina las tensiones entre el dinero, la moral y las relaciones humanas.
Tras la muerte de la madre de las hermanas, Margaret se ve envuelta en un torbellino de emociones y decisiones cuando comienza una relación romántica con el viudo Wilcox, Henry. Al mismo tiempo, la imprudente Helen se enamora de un joven y refinado inquilino de la familia Schlegel, pero su amor se ve truncado por la rigidez de la sociedad y las expectativas que las rodean.
Mientras las conexiones entre ambas familias se profundizan, surgen malentendidos y desgarradoras traiciones. El legado de una casa, la mansión de Howards End, simboliza no solo un lugar físico, sino también el conflicto de clases y las esperanzas de las hermanas por un futuro mejor. Con un trasfondo romántico y social, la narrativa se adentra en la lucha por el entendimiento humano en un mundo cada vez más dividido. Al final, se plantea la pregunta de si realmente hay un lugar para la compasión y la conexión en una sociedad tan marcada por las diferencias.