En una escuela pública de Nueva York, Henry Barthes es un suplente que se enfrenta a una rutina desgastante y emocionalmente agobiante. Con una vida personal en desorden, Henry se siente como un observador distante de su entorno, incapaz de conectar con sus estudiantes, desgastados por el sistema educativo que ni siquiera parece importarles a los adultos que deberían guiarlos. A medida que avanza el año escolar, se ve envuelto en las vidas de varios adolescentes que lidian con problemas graves: bullying, problemas familiares y la desesperanza de su entorno.
Mientras tanto, Henry también debe lidiar con sus propias cicatrices emocionales; arrastra un pasado complicado que lo ha llevado a una existencia marcada por el aislamiento. Sin embargo, su llegada a la escuela coincide con la de una joven prostituta que busca ayuda, lo que despierta en él un deseo de redención y conexión. A través de su relación con esta chica y el apoyo inesperado de sus colegas, comienza a cuestionar su papel como educador y la posibilidad de establecer conexiones significativas en un mundo que parece desmoronarse a su alrededor.
A medida que se enfrenta a sus propios demonios, se convierte en un faro de esperanza para aquellos que lo rodean, aunque su camino hacia la sanación no está exento de obstáculos. Esta conmovedora historia explora la lucha por encontrar significado y humanidad entre la desilusión y la apatía.