En una pequeña ciudad de la Francia de los años 50, la vida de una familia de clase media se desarrolla en medio de un ambiente a veces tierno y a veces inquietante. La historia sigue a Laurent, un adolescente de 14 años que está descubriendo su identidad y sus deseos en un entorno familiar poco convencional. Su madre, una mujer llena de vida y con un espíritu rebelde, juega un papel crucial en su formación, incentivándolo a experimentar las complejidades de la vida adulta a través de risas y lecciones profundas.
Sin embargo, la vida de Laurent toma un giro inesperado cuando se entera de que su madre ha sido diagnosticada con una enfermedad cardíaca. Este descubrimiento empuja a Laurent a enfrentar situaciones que desafían sus nociones de amor, deseo y, sobre todo, de lo que significa ser parte de una familia. Mientras navega por su efímera adolescencia, se encuentra debatiéndose entre sus propios anhelos y la realidad de la vulnerabilidad de su madre.
La historia se convierte en un delicado retrato de las relaciones familiares, la fragilidad de las emociones y cómo el amor puede tener muchas formas y matices. Entre la ternura y la pérdida, la película ofrece una exploración honesta del crecimiento, dejando al espectador reflexionando sobre el vínculo entre los miembros de la familia y la manera en que se enfrentan juntos a los desafíos de la vida.