En Londres, un joven y despreocupado estadounidense llamado Henry Adams se encuentra en una situación desesperada: no tiene dinero ni conexiones en un país extranjero. Para su sorpresa, se cruza con dos millonarios que deciden hacer una curiosa apuesta entre ellos. Estas dos figuras adineradas, fascinados por la labia de Henry y su inocente encanto, le entregan un billete de un millón de libras como parte de su peculiar apuesta. Sin embargo, hay un giro: el joven nunca podrá gastar el dinero.
Mientras Henry intenta sobrevivir con esta singular "fortuna", se da cuenta de que el billete, a pesar de ser inservible en términos prácticos, lo convierte en el centro de atención. La gente comienza a tratarlo como si estuviera ascendiendo a las alturas de la aristocracia. Desde una madre soltera que simpatiza con él hasta un aristócrata que lo toma bajo su protección, todos parecen influenciados por la promesa de riqueza que representa el papel. Entre malentendidos y situaciones cómicas, Henry termina enamorándose de una joven de buen corazón, quien lo hace cuestionar el verdadero significado del valor y la riqueza. A medida que la trama se desenvuelve, el juego de la apuesta y las interacciones que surgen a su alrededor llevan a un desenlace inesperado, donde el amor y la honestidad brillan más que cualquier cantidad de dinero. La película es un recordatorio divertido y conmovedor sobre cómo la verdadera riqueza puede medirse en amistad y amor, mucho más que en libras.